Empecemos por la distancia que se necesita para leer un código QR, debido a su tamaño en el uniforme. El ciudadano que quiera verificar la identidad de un policía, primero, deberá acercarse por lo menos a 20 centímetros del uniformado; segundo, dependiendo de la gama del teléfono tanto el uniformado como la persona que sostiene la cámara necesitan quedarse quietos por lo menos por tres segundos mientras el sistema arroja la opción de abrir el sitio web, necesitaremos más tiempo si se trata de un teléfono de gama media a baja. Es decir, el código QR no puede usarse para identificar a un policía en casos de que este abusando de su poder ¿En qué otras circunstancias necesitaría un civil identificar a un policía?
El general Luis García, jefe de Planeación de la Policía Nacional, aseguró que el código QR no está diseñado para este tipo de situaciones. Durante una entrevista en la emisora Blu Radio dijo que se busca evitar la suplantación de la autoridad. «No es para que la identificación sea recurrente, es para procedimientos específicos», resaltó. Todo indica que este no fue agregado para beneficio del ciudadano, sino para facilitar unos clics en procesos internos de la entidad. Y si se trata de evitar la suplantación de identidad, señores de la Policía Nacional, su página de identificación es tan sencilla que muy posiblemente un cibercriminal podría replicarla fácilmente, y «autenticar» uniformados en esta.
Así que, si los ciudadanos creyéramos en la Policía Nacional, este código QR solo nos estaría creando una estrategia más para los cibercriminales, que brindándonos una herramienta de identificación segura.
Por su parte, un vocero de la Policía Nacional le dijo que: «En el desarrollo tecnológico están haciendo los ajustes correspondientes. La idea es facilitarle al ciudadano la validación de la identidad de cada policía, dejando en claro que esta sigue siendo visible en el uniforme en el tarjetero con el grado, el apellido y, ahora, el número de la placa para la identificación».
No es suficiente con escanear el código QR de la policía
Otro defecto del código QR es que no es personalizado por cada uniformado, en realidad nos lleva a un sitio web, al que podemos entrar si sabemos cómo buscarlo en Google, en donde se pide seleccionar qué estamos tratando de identificar, un uniformado o un vehículo, pues los carros y motos también cuentan con esta tecnología.
Así que no será suficiente con acercarnos lo suficiente a un policía para lograr escanear el código; también necesitaremos aprendernos la placa o por lo menos tener la garantía de que el uniformado estará a la vista el suficiente tiempo para lograr ingresar los datos, que de acuerdo con la prueba hecha durante su presentación es de aproximadamente 6 a 7 dígitos.
Además, llama la atención que la placa, que mostraba orgullosamente a la vista el director de la Policia Nacional, el general Jorge Luis Vargas Valencia, estaría cubierto por el radio en otros uniformados, como lo muestra una de las fotografías a una uniformada en otras imágenes tomadas el día de la presentación.
Finalmente, y como todo en Colombia, los ciudadanos no tenemos la información suficiente. Al ingresar la placa del policía también nos pide el número der carné; este, por supuesto, no está a la vista en el nuevo uniforme. Además, ingresar solo la placa no es suficiente (aquí tratamos con la placa del director de la Policia Nacional):
Si la idea era ofrecerle tranquilidad a la ciudadanía en la identificación de los uniformados, la Policía Nacional una vez más solo nos decepciona. En última instancia el código QR de la policía parece servir para todo, menos para lo que se necesita: ayudar a los ciudadanos.