Coges el móvil y ves que tienes más de 200 mensajes nuevos, tu familia se ha dedicado a hablar como si no hubiera un mañana, lo peor es que al leerlos te das cuenta que no han contado nada interesante.
 
Solo saben compartir noticias políticas, bulos o darse los buenos días. ¿Cómo sobrevivir a esta pesadilla? Silenciarlos para siempre. Para muchas familias, abandonar el grupo familiar es como cambiarse de apellidos, una ofensa para el resto de parientes. Por eso la mayoría optan por evitar el conflicto y las regañinas posteriores y simplemente silenciar esos grupos de amigos, familia o grupos de trabajo que no cuentan nada interesante.