La mayor parte de las veces que nos conectamos a internet desde el ordenador lo hacemos a través de una conexión ilimitada, de manera que el consumo de datos no nos preocupa.
No obstante, no siempre es así. Por ejemplo, en ocasiones no nos queda más remedio que utilizar nuestro móvil como punto de acceso WiFi y compartir los datos de nuestra tarifa. En casos como este, si tienes una tarifa con datos limitados sí que importa el consumo, ya que tus gigas se pueden gastar rápidamente.