Detectar el sonido de un gato maullar o el de nuestro hijo llorar en la habitación de al lado, estas son algunas de las útiles aplicaciones que tiene la herramienta de detección de ruidos de iPhone.
La tecnología que llevamos en nuestros bolsillos sobrepasa lo creíble en muchas ocasiones, como si no fuera ya fascinante que con un aparato de 200 gramos pudiéramos ver a nuestros padres a 2.000 km de distancia y en tiempo real.
La parte curiosa es que esa es una de las muchísimas cosas que nuestro smartphone puede hacer, ya que si queremos incluso podemos convertir a nuestro iPhone (que no Android) en un detector de ruidos bastante eficaz.
apple 2021
La parte curiosa es que esa es una de las muchísimas cosas que nuestro smartphone puede hacer, ya que si queremos incluso podemos convertir a nuestro iPhone (que no Android) en un detector de ruidos bastante eficaz.
A través de unos sencillos pasos, los teléfonos de Apple pueden activar esta función desconocida por muchos pero que puede ser muy útil en determinadas situaciones. Qué llevó a Tim Cook meter esta herramienta es una cosa qué desconocemos, pero ya que está vamos a aprovecharla.
Dicho lo cual, vamos con los cinco pasos que convierten al iPhone en un detector:
- Pulsa en la aplicación de ajustes de tu teléfono.
- Desplázate hacia abajo hasta que veas Accesibilidad y haz clic en ella.
- En el menú de Accesibilidad, desplázate hacia abajo hasta que veas Reconocimiento de sonidos.
- Ahora, activa la función de reconocimiento de sonido haciendo clic en el interruptor.
- Una vez que hayas activado el Reconocimiento de sonidos puedes elegir qué sonidos quieres que escuche tu teléfono.
Una vez hecho esto, el teléfono te alertará en cuanto cuando detecte algunas de los sonidos que hayamos activado en las opciones. La posibilidad de reconocer el llanto de un niño o el sonido de agua caer son de gran utilidad para padres primerizos, por ejemplo.
Pero no sólo eso, ya que las sirenas, el humo o el fuego también son sonidos reconocibles por la herramienta, por lo que puede llegar a salvarnos la vida o avisarnos en caso de necesidad.