Si tu PC tarda una eternidad en iniciarse y te desespera, entonces presta atención a este sencillo truco: conseguirás que Windows 10 arranque mucho más rápido en un periquete.
Hasta las personas más pacientes se desesperan cuando un ordenador arranca muy lento. Y no es para menos: esos minutos que estamos esperando a que el PC empiece a funcionar es un tiempo muy valioso que perdemos. De hecho, seguro que nos llevaríamos una sorpresa de lo más desagradable si llevásemos la cuenta de la cantidad de tiempo que hemos desperdiciado esperando frente al ordenador.
Si tu PC tarda una eternidad en iniciarse y te desespera, entonces presta atención a este sencillo truco: conseguirás que Windows 10 arranque mucho más rápido en un periquete.
WINDOWS,2021
Afortunadamente, tienes la posibilidad de poner en práctica un sencillo truco para que Windows 10 arranque mucho más rápido. Aplicar este truco es muy sencillo y no te llevará más de un par de minutos, así que merece la pena aprovechar sus ventajas.
Para comenzar, abre el Administrador de tareas presionando las teclas Ctrl + Mayúsculas + Escape de tu teclado, y luego pulsa en la opción Más detalles, situada al pie de la ventana. Al hacerlo, el Administrador de tareas te ofrecerá una vista detallada de toda la información que puede ofrecerte.
Una vez que hayas desplegado la vista ampliada, toca la pestaña Inicio. Aquí puedes ver una relación de todos los programas de terceros que intentan iniciarse en el momento del arranque, y seguro que la mayoría de ellos no te resulta imprescindibles para empezar a trabajar.
Consulta con atención el listado, decide cuáles son las aplicaciones que quieres que se abran al arrancar el PC y deshabilita las demás. De esta forma, el equipo tendrá mucha menos carga de trabajo al ponerse en marcha, lo que le permitirá arrancar más rápido y reducir el tiempo de espera.
Para deshabilitar un programa, haz clic sobre él y luego selecciona el botón Deshabilitar situado al pie de la ventana. Repite la operación tantas veces como lo necesites, y deja operativos únicamente los programas imprescindibles.
Tras llevar a cabo esta tarea, reinicia tu ordenador para comprobar cuánto tarda en arrancar. Seguro que se nota bastante que se inicia mucho más rápido. Además, al hacer esto también evitas otras situaciones molestas, como la apertura de ventanas innecesarias o la solicitud de credenciales.