Hasta las personas más pacientes se desesperan cuando un ordenador arranca muy lento. Y no es para menos: esos minutos que estamos esperando a que el PC empiece a funcionar es un tiempo muy valioso que perdemos. De hecho, seguro que nos llevaríamos una sorpresa de lo más desagradable si llevásemos la cuenta de la cantidad de tiempo que hemos desperdiciado esperando frente al ordenador.